No existe un único destino, sino que hay infinidad
de posibilidades a tu alcance, y vas avanzando por la
que eliges a cada paso que das.
El ruido que muchas veces os quedáis repitiendo de
fuera os aleja de poder sentir y ver qué camino es el
que queréis seguir. El camino de la felicidad va marcado
en tu corazón que se convierte en una brújula mágica
para acercarte hacia aquello que amas y que has
venido a desarrollar en la Tierra.
Como un faro luminoso te permitirá avanzar cuando
todo parezca oscuridad, cuando no veas la salida,
cuando mil caminos se muestren delante con infinidad
de senderos. En esos instantes permítete sentir, desde
dentro, cuál de esas direcciones te llena de felicidad,
¿dónde está ese pálpito certero?, ¿cuál de esas decisiones
te llena?
No importa si es una locura: tu mente intentará
boicotearte. Escucha desde dentro y avanza sin miedo;
solo tienes que escucharte desde lo profundo y,
cuando escuches, párate y sonríe. ¿Ves qué fácil?
Solo hay que escuchar y ver desde lo profundo