Son muchas las veces en las que entráis en la velocidad
vertiginosa del día a día, en la rutina. Camináis de forma
autómata y no sois conscientes de todo lo que os rodea;
incluso respiráis automáticamente.
La vida va pasando «deprisa» y llega un momento en el que
te paras y te preguntas: ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Qué hago aquí?
Amy te invita a pararte un momento, a respirar profundamente
y a mirar a tu alrededor, a disfrutar de cada instante,
pues cada segundo, cada minuto, cada pequeño detalle puede
marcar la diferencia. Todo está lleno de magia y no lo veis.
Pasáis por la tierra como si se tratase de una carrera, focalizándoos
únicamente en la meta y sin disfrutar del trayecto.
Amy te invita a parar, a respirar, a disfrutar…
Cuando paras y eres consciente de todo lo que te rodea,
disfrutas, y la vida se vuelve magia.
Para. Detente. Respira. Sal del automático y devuelve las
riendas a tu Ser. Observa a tu alrededor, siente tu cuerpo, hazte
presente, siente tu respiración. Respira. Disfrutar depende únicamente
de ti. Si eres capaz de escucharte, de parar y mirar a tu
alrededor, la vida se convierte en un disfrute constante.
Bajáis a la tierra para ser felices, lo que pasa es que lo olvidáis.
Amy está aquí para recordártelo. Adelante. Confía.