La profunda transformación que a veces supone
el atravesar determinadas situaciones hace que no
os quedéis estancados y que continuéis el ciclo de
la Vida avanzando y creciendo. Esa metamorfosis se
convierte en una catarsis cuando os resistís a fluir con
los acontecimientos.
Os empeñáis en mantenerlo todo estático, sin daros
cuenta de que todo está en continuo movimiento,
y en ese cambio está implícita la aventura de la Vida,
la magia, el crecimiento, la alquimia sincera que todo
lo transforma.
Cuando se da esa transformación y sentís que todo
se tambalea a vuestro alrededor, que nada tiene sentido,
que estáis perdidos sin nada a lo que agarraros, entonces
sucede que si apartáis por un momento al personaje,
si permitís que las creencias se derriben y que todo se
convierta en polvo, entonces, desde ese pozo, renace tu
verdadera esencia y empiezan a aparecer tus alas.
Te sientes libre, ya no hay tanto peso en ti, porque todo
lo habías recogido de fuera sin permitirte la oportunidad
de salir de tu confort, de lo conocido. Ahora, al desnudo,
puedes ver tus alas, que siempre estuvieron ahí, bajo ese
disfraz, bajo esas máscaras.
Amy te muestra el nacimiento de un ala, que no es
más que el despliegue de tus propias alas cuando te
permites ser tú mismo y renaces a un nuevo mundo que
siempre estuvo ahí pero que no veías porque todas esas
capas te impedían ver.
Si estás en ese proceso ahora, de falta de aire,
de confusión total y caos, no te resistas, permite que
todo lo que está sucediendo fluya sin resistencias.
Pronto verás tus alas y empezarás a volar. No estás
solo. Adelante. Amy coge tu mano; desde lo profundo
sentirás su paz.