¿Cuántas veces en la noche oscura has mirado ese
manto de estrellas y te has sentido infinitamente pequeño?
¿Y si de pronto te dieras cuenta de que tú eres
una estrella más?
Amy ha recogido con sus hilos mágicos un puñado
de estrellas para iluminar tu noche. Cada una de ellas
lleva impresa la fuerza de tu Ser. Siéntete parte de cada
una de esas estrellas; ese hermoso brillo es también el
tuyo, yace en tu corazón, aunque en estos momentos
te cueste verlo.
A veces necesitas un impulso, y ese impulso puedes
encontrarlo en todas partes. Hay seres maravillosos
que aparecen en tu camino para recordarte quién eres.
Tus ojos se encuentran con los suyos, sientes la dulzura
y el amor recíproco que es tan solo ese amor que ya
eres. Y en esos momentos puedes percibir que estás
lleno de innumerables creaciones que transformas en
bellas acciones de tu Ser, de tu alma.
Amy te recuerda que eres una estrella hermosa.
Cuando te sientas desvalido y solo en la noche, mira
al cielo, busca tu estrella (hay una esperando para ti) y
sonríe sintiendo que el brillo que contemplas hace vibrar
tu corazón porque ha empezado a arder la antorcha que
iluminará tu camino.