Respira y focalízate en tu corazón. Aparta tu mente.
Respira profundamente.

¿Qué es la libertad? ¿Por qué no te permites ser
libre de tus pensamientos, libre de emociones, libre
de cadenas, libre de encorsetamientos sociales, libre
de prejuicios, libre de un sistema caduco de valores?
¿Cuánto tiempo hace que no te sientes libre?

No importa todo lo que en estos momentos esté
pasando a tu alrededor. Cierra los ojos, escucha los
latidos de tu corazón, y entre latido y latido, escucha
el silencio. Después, abre tus brazos, abrázate fuerte y
siéntete. ¿No ves que es todo mucho más sencillo de
lo que parece?

La libertad está dentro de ti. No la encuentras
porque las pesadas cadenas de tus pensamientos la han
apresado pero está; siempre ha estado. Eres libre.

Escúchate y haz en todo momento lo que llene de
felicidad tu corazón. Amy te invita a abrir tus brazos,
desplegar tus alas, respirar el viento y sentirte parte del
Todo. Ahí yace la auténtica libertad.
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